Para la Universidad Católica, la pobreza afecta a 16 millones de personas, 5 millones más que en 2015. La indigencia casi se duplicó, de 4,5 a 8,9 por ciento en cuatro años. El Presidente pedía que se juzgara su tarea por la evolución de este indicador.
El último informe anual del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica (UCA) indicó que la pobreza se elevó en el tercer trimestre de 2019 al 40,8% y que la indigencia llegó al 8,9% de la población. Y en este último trimestre habría continuado en aumento.
“Las reiteradas devaluaciones, el aumento de la inflación, el estancamiento, el aumento del desempleo y las medidas de ajuste acordadas con el FMI explican el deterioro”, según detalla la universidad. Las cifras trascienden a 5 días del final del gobierno de Macri, que había pedido que se evaluara su gestión por su capacidad o no de reducir la pobreza.
Estos datos se vuelven más preocupantes cuando se descompone etariamente los indicadores. En los menores de 17 años, la pobreza se extrema al 59,5% ya que más de 7 millones de chicos viven en hogares que no llegan a cubrir la canasta básica. En tanto, «más de 1,5 millones de niños/as y adolescentes viven el hogares indigentes», señaló el informe.
Además, la indigencia afecta con más intensidad a niños y adolescentes: mientras a nivel general alcanza al 8,9 por ciento para el tercer trimestre 2019, en el grupo de 0 a 17 años asciende a 14,8 por ciento. Esto es, hay más de 1,5 millones de niños en hogares indigentes. Hace dos años esa cifra no alcanzaba el 10 por ciento. El segundo grupo más afectado es el de jóvenes de 18 a 29 años, donde la indigencia alcanzó el 9 por ciento.
Estos graves indicadores se dan pese a que 3 de cada 10 hogares percibió este año algún tipo de programa social. “En un contexto de continuo deterioro de las condiciones económicas, se registra un incremento de hogares pobres cubiertos por políticas asistenciales, en comparación a 2018”, indica el informe. De no destinarse este presupuesto, los índices serían aún peores. De cara al traspaso de gobierno, la universidad asegura que un cambio de rumbo estructural no solo necesita inversiones e impulso a las exportaciones, sino políticas públicas que sean redistributivas y busquen el desarrollo hacia el mercado interno y el sector informal. “La economía vinculada al sector externo no derrama hacia los sectores menos dinámicos”, enfatiza.
Redacción Afen