Una normativa limita ese beneficio sólo a la población georeferenciada en los Centros de Salud (Cesac). La medida afecta a pacientes históricos y es resistida por profesionales de la salud.
Artículo de Martín Suárez para Tiempo Argentino
Nunca tuvo obra social y mucho menos prepaga. Patricia vivía en Villa Lugano y desde siempre, junto a su familia, se atendieron en el sistema de salud público. En 2021 cruzó la General Paz y se mudó a Lomas del Mirador en la provincia de Buenos Aires. “Me sigo atendiendo en los centros de salud de mi antiguo barrio porque trabajo en la zona”, contó a este medio.
Hace unos días le informaron a Patricia que ya no podía venir a buscar medicamentos con su nueva dirección. “Pensé que era una broma, pero me explicaron que así lo dispuso el ministerio de Salud de la Ciudad”.
La resolución, que lleva la firma del subsecretario de atención primaria, ambulatoria y comunitaria Gabriel Battistella, es contundente: “La dispensa de los medicamentos debe realizarse para la población georreferenciada al Cesac. Si el paciente vive en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se procurará la entrega en su Cesac correspondiente”, enuncia el documento NO-2025-12694821-GCBA-SSAPAC.
“De la misma manera, en los hospitales las recetas que se realicen para retirar en los Cesacs deben ser para personas georreferenciadas. Los que actualmente estén dispensando medicamentos por fuera de estos lineamientos deberán propiciar en un tiempo prudencial los mecanismos para que dicha continuidad sea donde corresponda, atendiendo a las particularidades de cada persona”, termina la resolución.
Desde siempre los Centros de Salud Comunitarios (Cesac) entregaron medicamentos gratuitamente, que fueron indicados por un hospital o centro de salud público. La única condición es que la orden médica debe estar realizada en recetarios de hospitales o con un sello de hospital o centro de salud público.
“Si sos del Piñero, podés pedir medicamentos del Cesac de la salita. Pero si sos de provincia, muy probablemente no puedas retirarlos y tenés que ir a tu hospital de base”, explica Paola Grenci, licenciada en enfermería del Cesac 19, que trabaja en el área programática del hospital general de Agudos Piñero.
“Te voy a pedir que no me nombres, pero esto es realmente grave. Nunca imaginamos llegar al punto de tener prohibida la entrega de medicamentos a quienes desde siempre se atienden acá pero por distintas razones ya no viven en el barrio”, lamentó otra trabajadora de los centros de salud comunitarios de Lugano que, además, advierte sobre la falta de suministro de medicamentos por parte de CABA.
Resistencia
La nueva directiva, con fecha del 25 de marzo pasado, es resistida por gran parte del personal médico y de enfermería, y muchos se niegan a cumplirla. Por esta razón, en la semana se realizó un encuentro con referentes políticos, sanitarios y trabajadores de varios Cesac.
Uno de los que asistió al encuentro fue el legislador porteño Gabriel Solano, quien no dudó en denunciar el sentido segregacionista de esta iniciativa de Jorge Macri.
“Claramente es sumar a la Ciudad de Buenos Aires a la política de xenofobia y discriminación del gobierno nacional. Hay muchísima población de la provincia de Buenos Aires que trabaja en la ciudad. Y eso requiere la completa atención y no la discriminación de la entrega de medicamentos”, exige el diputado de izquierda.
En ese sentido, Solano explica que la mayoría de los trabajadores de CABA viven en el conurbano: “Hay más trabajadores en la ciudad que viven en provincia que los que viven en la ciudad. Estos crean riqueza, pagan impuestos y por lo tanto es una cuestión completamente injusta”, remata.
Tiempo se puso en contacto con el Ministerio de Salud porteño para conocer los motivos de esta nueva medida. Pero hasta la publicación de esta nota se negaron a responder.
Otras problemáticas del ajuste en los CESAC
En 2021, los Centros de Salud Comunitarios de CABA dejaron de pertenecer a la órbita de los hospitales públicos y pasaron a la subsecretaría de atención primaria.
“Esto trajo aparejado que pasen sin estructuras jerárquicas. Las enfermeras y enfermeros que cumplen una función de gestión dentro de los centros de salud, se hacen cargo de un montón de documentación: presentación de planillas, de balances, de stocks de vacunas y de organización, entre otras cuestiones”, contó a Tiempo Christian Acosta, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Enfermería (SITRE).
El referente sindical coincide en que la entrega de medicamentos georreferenciada no sólo es un avance en las políticas de ajuste del gobierno de Jorge Macri, sino que es discriminatoria e injusta.
“Es una forma claramente de discriminar a cualquier paciente que no sea de la comuna, pero sobre todo que no viva de la ciudad. Así son las políticas del PRO: expulsivas, discriminatorias y muy precarias también, porque no le pagan los sueldos que corresponden a los trabajadores y no desembolsan los recursos materiales que se necesitan”, agrega.
Turnos, sobreturnos y contraturnos
El vaciamiento en el sistema sanitario porteño se siente en todos los sectores. La falta de profesionales, que deciden trabajar en el sector privado con mejores salarios, perjudica a los que apuestan a la salud pública.
“Estamos con agendas sobrecargadas de la línea 147, que se suman a pacientes que piden turnos desde el BOTI y por correo. Esto quiere decir que tres personas pueden sacar el mismo turno a las 9 de la mañana. Así que imagínate que nuestra turnera está explotada”, denuncia Grenci.
Desde los Cesac señalan que el ministerio debería entregar 20 y 30 turnos diarios pero que en la actualidad esto no ocurre. “Hoy estamos atendiendo alrededor de casi 90 personas por día”, termina. «