El impuesto del 15% acordado fue considerado «insuficiente» por la organización humanitaria Oxfam y advirtió que no alcanzará para modificar la conducta de las grandes corporaciones.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) informó este jueves que cerca de 140 países acordaron una reforma de la fiscalidad de las multinacionales que incluye un impuesto mínimo de «al menos el 15%» sobre los beneficios de las mayores empresas del mundo.
«Tras años de trabajo e intensas negociaciones, este paquete de medidas históricas garantizará que las grandes empresas multinacionales paguen su parte justa de impuestos en todo el mundo», declaró el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, en un comunicado.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, lo calificó como un «día histórico para la diplomacia económica» y afirmó que «en Estados Unidos, este acuerdo garantizará que las empresas asuman una parte justa».
«Ahora tenemos la oportunidad de construir un sistema fiscal mundial y nacional que permita a los trabajadores y a las empresas estadounidenses competir y ganar en la economía global», agregó en un comunicado.
Para el ministro de Finanzas de Alemania, Olaf Scholz, se trata de «un paso colosal hacia una mayor justicia fiscal (…). En el futuro las grandes empresas pagarán su justa parte para financiar el bien común».
Por su parte, ministro de Finanzas del Reino Unido -preside el club del G-7 actualmente-, Rishi Sunak, consideró que «el hecho de que 130 países en todo el mundo, incluidos todos los del G-20, se hayan adherido, representa un paso adelante en nuestra misión de reformar la fiscalidad mundial».
Por su parte La ONG de carácter humanitario Oxfam había advertido semanas atrás que la tasa del 15% que los países del G-7 acordaron impulsar para gravar a las grandes multinacionales resulta «insuficiente» para modificar la conducta de estas grandes corporaciones.
La directora ejecutiva de Oxfam, Gabriela Bucher, calificó de “absurdo que el G-7 afirme que está revisando un sistema tributario global quebrado, mientras establece una tasa similar a la que cobran paraísos fiscales como Irlanda, Suiza o Singapur”.
En esa línea, la directiva de la ONG expresó también que “han puesto el listón tan bajo, que las multinacionales solo tienen que caminar por encima”, y refirió que desde Oxfam consideran que esta situación describe “un pacto fiscal negociado desde arriba que incluso podría obstaculizar la posibilidad de que en el momento de su ratificación algún país quisiera endurecerlo”.
Fuente: www.minutouno.com