El candidato libertario volvió a insistir con los cuestionamientos al sistema electoral argentino al considerar que hubo «irregularidades» en las elecciones del 22 de octubre.
El candidato libertario Javier Milei volvió a insistir con los cuestionamientos al sistema electoral argentino al considerar que hubo «irregularidades» en las elecciones del 22 de octubre. Y adelantó que, de repetirse el escenario en el balotaje, no aceptará el resultado.
Pese a la desmentida de la Justicia Electoral sobre las acusaciones de fraude vertidas por el aparato de campaña libertario, el economista retomó la retórica acusatoria contra el andamiaje del sistema de votación sobre el que se funda la democracia argentina.
Durante una entrevista con el periodista Jaime Bayly, fue consultado sobre si las elecciones del 22 de octubre «fueron limpias» y no dudó en responder con un tajante: «No». Y a continuación, denunció que «hubo irregularidades de semejante tamaño que ponen en duda el resultado».
Respecto del desempeño de la Cámara Nacional Electoral y del Poder Judicial como herramientas de control, el libertario puso en duda su imparcialidad. «No es independiente. Está muy influenciado por el poder político. La saben bien esa. El que cuenta los votos es el que controla todo», dijo, a pesar de que en las últimas décadas en Argentina las derrotas electorales afectaron principalmente a los oficialismos: por mencionar algunos casos, en 2013, 2015, 2019 y 2021 perdieron las fuerzas gobernantes.
A propósito de la segunda vuelta del 19 de noviembre, el libertario dijo que ante la presunta imparcialidad de la Justicia Electoral «no se puede aceptar» un resultado electoral adverso, aunque se preguntó: «El tema es qué otras alternativa tenés para jugar. Por eso pedimos que se haga un esfuerzo tan grande en términos de fiscalización y de responsabilidad para cuidar los votos. No es solamente responsabilidad nuestra. Si la gente no nos acompaña, después no te quejes».
Y prosiguió: «Si no estamos en condiciones de cuidar los votos como corresponde, no seríamos dignos ganadores. Si tengo que ir a resolver una elección en un escritorio quiere decir que no lo hice bien, entonces qué otra cosa puedo querer controlar».
La Justicia Electoral terminó el escrutinio definitivo de 18 de 24 provincias, que se acercan al 40% del total del padrón: no hay diferencias sustanciales con el resultado provisorio difundido el mismo 22 de octubre. A pesar de la posición que toman figuras referenciadas con la oposición y dirigentes de La Libertad Avanza en redes sociales, que exhiben fotos de telegramas con votos 0 apuntando contra un fraude, aún no han avanzado con ninguna presentación en la Justicia y uno de sus veedores internacionales, Eduardo Bolsonaro, reconoció la transparencia del sistema electoral argentino.
En cuanto al escrutinio definitivo, al que le resta contabilizar la totalidad de los votos emitidos en la ciudad de Buenos Aires y en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, La Rioja, San Luis y Tucumán, la diferencia con respecto al escrutinio provisorio son de décimas porcentuales: Patricia Bullrich es la única que cayó -un 0,07%-, mientras que Javier Milei aumentó su caudal de acompañamientos en un 0,01% y Sergio Massa ascendió un 0,09%.
Es por eso que el Centro de Investigación para la Calidad Democrática (CICaD) publicó un informe explicando el proceso que se atraviesa en cada elección luego de que se retire el último votante del cuarto oscuro. A la apertura de urna, realizada por el presidente de mesa bajo la observación de los fiscales de cada fuerza política, prosigue el conteo de los sobres constatando que coincidan con el número de votantes que participaron según el registro registrados en el padrón. A partir de allí, se cuentan los votos de cada candidato.
Finalizado este recuento, se elaboran tres documentos:
Acta de escrutinio. Es el documento con el que se realiza el escrutinio definitivo. Los otros dos documentos son una copia de este. En el acta consta la cantidad de votantes, el resultado de la urna y cualquier observación.
Certificado de escrutinio. Es el documento que se entrega a los fiscales para que llevan a los partidos. Luego, los partidos pueden realizar reclamos sobre la mesa a partir de este documento. Una copia adicional del certificado se deposita dentro de la urna antes de sellar.
El telegrama. Es confeccionado por el presidente de mesa: contiene todos los detalles de los votos contados en la mesa. Lleva la firma de los y las fiscales de las fuerzas políticas y de la autoridad de mesa. Cada telegrama se entrega al personal del Correo, que lo transmite a la Justicia Electoral y a la Dirección Nacional Electoral, para la difusión de los resultados provisorios de las elecciones.
Transcurridas las 48 horas de la elección, inicia el escrutinio definitivo con la información provista en el acta de escrutinio. Lo realiza la Justicia Nacional Electoral de forma descentralizada, ya que está constituida por jueces federales -en las PASO- y las juntas electorales -en las generales y el balotaje-. Este número puede diferir del provisorio en caso de observaciones o impugnaciones, pero principalmente porque existen poblaciones que no son incluidas en el recuento provisorio: residentes en el extranjero, personas privadas de la libertad y fuerzas de seguridad afectas al comando electoral.
En ese marco, la existencia de telegramas con votos de 0 personas pueden darse por errores en la carga, fallas humanas o problemas en la transmisión de información. Todos estos casos son enmendados en el escrutinio definitivo, que no contempla la información de los telegramas, sino de las actas de escrutinio.
Por otro lado, la apertura de urnas solo es posible cuando no existe este acta, aparece adulterada o no tiene certificación de ningún fiscal. También puede determinarse la apertura de las urnas cuando, durante los comicios o en las 48 horas posteriores, algún partido impugna el resultado de una mesa o varias.
En ese marco, el CICaD relevó que, durante la etapa de elecciones generales 2023, las tres principales fuerzas registran números similares de mesas que emitieron telegramas con votos 0 para partidos políticos: 1.675 para Juntos por el Cambio, 1.658 para La Libertad Avanza y 1.652 para Unión por la Patria. Individualmente, ese número de mesas no supera el 1,6% del total que se dispuso en estos comicios, por lo que ninguna tendencia puede ser revertida sustancialmente y, aún así, la validez del voto no está amparada en los telegramas, sino en las actas de escrutinio.
Distinto es el caso de Hacemos por Nuestro País (2.406 mesas con votos 0) y el Frente de Izquierda (6.551 mesas), cifras que se tienen sentido cuando se observa el resultado electoral. En todos los casos, el registro es de acceso público, para permitir a cualquier ciudadano verificar la transparencia del proceso.
Fuente: www.ambito.com.ar