Todo Carnaval es político

El 15 de febrero, arranca por las calles de Almagro el cuarto desfile del Bloco Cordão de Prata, la primera y única comparsa de carnaval callejero brasileño de Buenos Aires. El evento, autogestionado y financiado colectivamente, ocurre anualmente desde 2017 y tiene como propósito traer a la capital argentina el carnaval popular que se celebra en cada pueblito de Brasil pero no sale en la televisión.

Hace poco menos de un año recibimos en Buenos Aires a unas amigas cariocas que en el marco de un largo viaje, pasarían unos días en la ciudad. Esa misma noche de su llegada les comentamos que al otro día teníamos pensado ir a “curtir” el carnaval pero, extrañamente para nuestra costumbre, sería uno de calle y brasileño.

Existen tantos carnavales como pueblos que lo celebran, sin profundizar mucho en la Argentina tenemos al menos tres tipos de ellos, el de Río de la Plata con la estructura típica de la murga, el del norte con características más religiosas vinculadas a la pachamama y los del litoral, que con sus “corsódromos” emulan las típicas postales del carnaval de nuestro vecino Brasil.

Para los porteños la calle y la fiesta no están estrictamente vinculadas como si la lucha. Para cualquiera que pase un tiempo en ésta ciudad posiblemente pueda sorprenderle la cantidad de manifestaciones que se producen en sus espacios públicos ya sea en la plaza de mayo, el congreso y en los diversos rincones donde se pueden presentar asambleas, movilizaciones y todo tipo de expresiones políticas notables. El 24 de Marzo, por ejemplo, se plasma en la avenida de Mayo la memoria del horror de una de las peores dictaduras de nuestra América latina y las calles se visten de arte, música y todo tipo de representaciones que pocas veces se ve en otras ciudades. Lo mismo pasa con las marchas militantes de los colectivos de mujeres y su ejemplo de lucha cuando ellas se adueñan de parques y calles alzando la voz.
Con las “fiestas” la ciudad no reacciona del mismo modo y es por eso que el año nuevo no se convierte en una manifestación popular callejera como así tampoco el carnaval que apenas consigue hacerlo en algún puñado de esquinas donde los espectadores son observadores pero pocas veces protagonistas.

Cuando pasamos a buscar a nuestras amigas ellas irrumpieron producidas para la fiesta. “Ustedes viajan con glitter?” preguntamos incrédulos ya que los porteños no podíamos entender de donde habían sacado las “fantasías” y el “maquillaje” que con normalidad tenían en sus mochilas de viaje como elementos de primera necesidad. Mientras caminábamos hacia el punto de encuentro en Balvanera yo me preocupé por el clima, “espero que no llueva” dije algo angustiado, “un bloco bendecido con un momento de lluvia es un mejor bloco”.
Cordão de Prata llego para romper el molde, se presenta para tomar lo que es de todos y su gente, sus músicos, sus artistas son esa fiesta que toma la calle y esa representación política que conjuga a la perfección discurso y praxis. Si existe un concepto donde el carnaval esta presentado por y para el pueblo y por lo tanto, no produce frontera espacial, el bloco se Cordão de Prata se ajusta a la medida.

Si el orden social se construye sobre la represión de nuestros deseos egoístas y se ejerce un control manifiesto para mantener el orden establecido, para muchos el carnaval es dar salida a estas pulsiones que amenazan a la sociedad, en otros términos, a nuestra propia libertad.
Que fue lo primero con lo que nos encontramos aquella tarde nublada de febrero del pasado año?… a la policía haciendo “de policía”. La bienvenida la dieron ellos interviniendo en el control frente al grupo de personas que aumentaba con la única idea común de disfrutar y que afortunadamente era tarde para detenerlos por la convocatoria de su propia energía.

Cordão de Prata es una expresión maravillosa de integración, respeto y diversidad que como propuesta artística es dirigido por Julia Cavalcante quien desde 2017 recorre las porteñas calles acompañada de un equipo de inmensa creatividad y profesionalismo como son Tiago Uaxac, Juliana Teles, Germán Duschatzky y Sofia Calvo Pugliese.

Cada año se suma más gente a una fiesta que irrumpe con amor y una propuesta de calidad que invita, aquí sí de forma activa, a ser parte de un colectivo integrador. Cada año fanáticos, seguidores, curiosos y militantes aumentan con pasión un bloco que tiene su raíz en el CEMBRA, espacio fundante donde se estudia todo el año los diversos ritmos de la variada y diversa oferta musical de Brasil.

Este año la propuesta y la banda continúan creciendo y está compuesta de guitarra y bajo eléctricos, trombón, acordeón, cavaquinho y tres voces se suma una batería de 24 ritmistas. El sábado 15 de Febrero vuelven a la calle, el punto de encuentro es el Parque de la Estación al medio día para comenzar a peregrinar el barrio de Almagro a las 14hs.

“Este bloco me recuerda a los que se presentan en Santa Teresa” nos dijo nuestra amiga hace un año, a nosotros hoy nos recuerda una cita obligada, necesaria. Sabemos que Cordão de Prata nos brindará un evento que llego para quedarse en la ciudad, se respira la libertad del cuerpo y la expresión artística militante. Imperdible. Es una experiencia necesaria y fundamental, porque la calle es nuestra y el carnaval también.

J.A.E  por AFEN

Fotos: CEMBRA / Cordão de Prata

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