En su discurso ante la asamblea legislativa el presidente entrante destaco las primeros objetivos de su gobierno: salir de la recesión, plan contra el hambre y reestructurar la deuda.
El discurso de Alberto Fernández no dejo lugar a dudas, el programa neoliberal que termina ( al igual igual que los dos que le precedieron en las decadas de los 70 y 90) deja una crisis económica y social de envergadura. La inflación sera las mas alta de los últimos 26 años; el PBI el mas bajo de la ultima década; el desempleo se duplico con respecto al del 2015, el peso se devaluó mas de 500%; la pobreza y la indigencia ascendieron a niveles alarmantes; la deuda se ubica en un nivel cercano al 100% del PBI y en una virtual situación de default.
Sobre esta compleja realidad se debe implementar un programa de reconstrucción económica, social y laboral con foco en las urgencias que se aparte de la ortodoxia economía impulsada por el FMI, que implica mas ajuste, recesión y deuda.
En este sentido, el orden de prioridades que fijo el presidente es que, a través de un plan macroeconomico coherente, se enciendan los motores de la economía, se atienda el drama del hambre y se renegocie la deuda. Postergar los pagos de la deuda es el paso fundamental para mover la secuencia de atender las urgencias: liberar recursos para ocuparse de la emergencia alimentaria y para que la economía salga de la recesión.
Se inicia una nueva etapa en la Argentina, una basada en el trabajo, la producción, la solidaridad y la democracia, por eso hay esperanza. Los argentinos necesitamos establecer un proyecto colectivo que nos incluya a todos y nos haga avanzar hacia el desarrollo.
Licenciado Alberto Galle
AFEN