Las principales operadoras bajaron equipos y frenaron las tareas de fracturación. Hay 1500 operarios suspendidos.
Vaca Muerta comienza a mostrar preocupantes cifras de retracción que la alejan de aquel futuro de meca de inversiones en el que se transformó en 2013 con la firma del primer contrato entre YPF y Chevron. Las etapas de fracturas en el yacimiento no convencional cayeron en octubre un 53,84%, respecto de agosto pasado cuando el gobierno congeló el valor de los combustibles.
Estas decisiones sumadas a la lógica pre-electoral, y ahora de transición hacia un nuevo gobierno, provocaron que muchas compañías petroleras levanten equipos de perforación y pongan en duda sus proyectos de inversión para el 2020. El cambio de tendencia dependerá, según las petroleras, de las señales que ofrezca el presidente electo, Alberto Fernández, de cara a los próximos meses.
Los empresarios confían en las charlas que fueron teniendo en los últimos meses con el economista Guillermo Nielsen, el interlocutor energético de Fernández, quien ha recorrido las oficinas de las empresas con su proyecto para potenciar Vaca Muerta bajo el brazo y promesas de grandes inversiones.
El presidente electo se reunió esta semana con el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, y aseguró que encontró plena coincidencia en la importancia de potenciar el desarrollo del yacimiento, «prestando especial atención al impacto ambiental, que es el único camino para ser sustentables”, informó Fernández, después del encuentro, en sus oficinas de la calle México. En su entorno consideran que es un sector que puede generar USD 40.000 millones extra de divisas, con gran mano de obra directa e indirecta.
Redacción Afen