Con el 97, 5 % de los votos escrutados, el presidente boliviano obtiene el 46,69% de los votos, seguido por el opositor Carlos Mesa, que tiene el 36,84% de los sufragios.
Cuando faltaba menos del 3 % de los por escrutar, y en medio de un clima de violencia y denuncias mediáticas para sembrar dudas sobre la veracidad del resultado, la página web -que venía informando la evolución del recuento favorable al actual Presidente- se vio afectada por un intento de hackeo, lo que impidió durante un tiempo que la información apareciera disponible desde el exterior.
“Error 1020. Acceso denegado. Este sitio web utiliza un servicio de seguridad para protegerse de ataques online”, anuncia la página del escrutinio.
Fuentes del gobierno Boliviano confirmaron que la web sigue en funcionamiento y ratificaron que el bloqueo responde a evitar que servidores externos sean efectivamente intervenidos desde otros países.
Con todo, los bolivianos se fueron a dormir en la noche del miércoles sin saber todavía, tres días después de las elecciones, si deberán ir a una segunda vuelta electoral o si Evo Morales logró su reelección por cinco años más.
Pero todo el proceso ha quedado profundamente desacreditado, luego que la Organización de Estados Americanos (OEA), que envió una misión de 92 observadores para el proceso electoral, presentó un durísimo informe en el que denunció una serie de irregularidades desde la entrega de material electoral hasta el conteo de los votos.
El presidente, sin embargo, desestimó todas las críticas y salió a responder a las acusaciones de fraude. “La derecha se ha preparado con apoyo internacional. Declaro el estado de emergencia para defender la democracia”, dijo el mandatario, sin detallar medidas concretas.
Redacción Afen