El candidato a la gobernación por el Frente de Todos se mostró preocupado por el déficit corriente y por la herencia que dejara la administración de Vidal.
Kicillof remarco que el estado de la caja de la provincia «es muy comprometido». Aseguró que existe un déficit de cara a fin de año y que el gobierno buscará cubrir ese déficit con fondos del Banco.
El candidato se mostró disconforme con el estado de la caja y sugirió que de no contar con los recursos deberá cubrirlo el gobierno nacional. De inmediato, para justificar ese pedido reflotó el eterno reclamo de los gobernadores bonaerenses respecto a la coparticipación. «La provincia produce el 40% del PBI, pero recibe el 23% vía coparticipación».
«La situación que dejan en la provincia está a la vista, con vulnerabilidad social, aumento del desempleo. Es una situación dramática y ya se conoce. Los números todavía no los han aclarado», dijo Kicillof.
Consultado sobre el armado de su potencial Gabinete, el ex ministro de Economía respondió que está «trabajando más en los planes que en los nombres que van ocupar los ministerios».
Los lineamientos del gobierno Kicillof
Kicillof comenzó a plasmar algunos lineamientos de su gobierno en caso de ganar la elección del 27. Hasta ahora, el candidato del peronismo para suceder a María Eugenia Vidal esquivó dar pistas concretas durante la campaña y apenas se limitó a ponderar la necesidad de apuntalar la producción y el empleo.
No es un escenario fácil. Kicillof sabe que las poderosas herramientas con las que contaba cuando era ministro de Economía de la Nación ya no están a su alcance. Apasionado por los números y los gráficos, el economista también sabe que el destino de la provincia de Buenos Aires está íntimamente ligado a las políticas de gobierno nacional y que tendrá que administrar una provincia donde los indicadores de producción y empleo decayeron en los últimos cuatro años.
Pero a pesar de eso, el candidato asegura que la provincia cuenta con algunos instrumentos para apuntalar el aparato productivo. En ese sentido, jerarquizará el ministerio de Producción (que podría fusionarse con Agroindustria) y hará del Banco Provincia el motor para recuperar a los sectores ligados a la industria y el campo.
A esos dos instrumentos -Producción y Bapro- se le sumará el ministerio de Economía, una cartera que siempre contó con peso en las administraciones bonaerenses, más que por las políticas a implementar, por el poder del ministro para pisar gastos.
Redacción AFEN