Beatriz Busaniche, representante de la Fundación Vía Libre y especialista en la materia, opinó sobre Smartmatic, la firma a cargo de la transmisión de resultados del escrutinio provisorio.
Si bien asegura que desde la ONG no mencionan un posible fraude, da cuenta que la empresa contratada “tiene una terrible reputación” y que no entregó a los partidos políticos el software con la antelación establecida, con lo cual están en duda los resultados que se puedan informar la noche del domingo 11 de agosto.
Busaniche señaló que “en primer lugar, el sistema electoral argentino es muy robusto. Y a lo largo de los años, más allá de algún delito electoral como robo de boletas, no hay denuncias sólidas de fraude desde el regreso a la democracia. No hay ningún presidente o algún cargo ejecutivo que haya estado litigado. Hay que confiar en el sistema electoral argentino, que se basa en dos cuestiones que tienen que ver con el escrutinio definitorio y provisorio. Se vota en papel, se hace el recuento en las escuelas y ahí se procede a realizar el escrutinio provisorio, que no tiene en si mismo validez legal sino que tiene carácter informativo”.
Dicho esto, mencionó que “cuando se termina el acto electoral, se cuentan las papeletas, se confecciona tres documentos. El acta, que es el documento legal de la mesa, que da el resultado oficial firmado por los fiscales de los partidos y autoridades de mesa, que va junto con los votos y la urna al escrutinio definitivo. Ese es el documento legal, el segundo es una copia de la acta con la misma información firmado por autoridades de mesa y fiscales, que se lleva cada fiscal de los partidos políticos. Es el documento legal que tienen los partidos, que en caso de que tengan alguna discrepancia pueden presentarse ante la Justicia y pedir un nuevo conteo de votos. Tanto el acta como el certificado de escrutinio que se llevan los partidos están a resguardo, en papel y nadie los puede manipular. El tercer documento que se elabora en ese escrutinio provisorio es el telegrama, que tiene carácter informativo, es el documento que los empleados del correo envían al centro de cómputos y se carga en el sistema del escrutinio provisorio que es lo que sirve para que el domingo a la noche sepamos quien ganó y quien perdió. En esa parte, que no tiene valor legal y es informativo, es la que está en riesgo. Porque esa parte está a cargo del Poder Ejecutivo, lo cual es una anomalía y la Cámara Electoral está dando cuenta, pidiendo que esto cambie porque el Ejecutivo es parte interesada en la elección. No es algo nuevo, este reclamo es de hace mucho tiempo. En un año no electoral se debería modificar eso, el escrutinio provisorio debería pasar a manos independientes”.
Desde la visión de Busaniche, “el problema es que el Poder Ejecutivo y el brazo logístico, que es el Correo Argentino, han contratado a una empresa de terrible reputación, ni siquiera dudosa. Es una empresa que tiene una larga trayectoria de problemas serios en las que participó, es una firma que nace y se desarrolla en el gobierno de Venezuela a partir de 2004. Tuvo problemas en El Salvador, en Italia, Bélgica, Filipinas, con ejecutivos con pedido de captura por violar la ley electoral. En el simulacro previo a esta elección el sistema falló estrepitosamente, estaba el compromiso legal de entregar el software 30 días antes y eso no pasó, ni siquiera está terminado. El 20 de julio, el propio Adrián Pérez, en la última prueba, dijo que el software no estaba listo. Hay niveles de negligencia asombrosos”.
“Para decirlo sintéticamente a quien está analizando rápidamente: de los dos escrutinios, el definitivo que tiene fuerza legal, está a resguardo. No hablamos, desde la Fundación Vía Libre, de fraude electoral. Lo que sí está en riesgo es el provisorio, que en caso de salir mal o de tener manipulaciones puede atentar de alguna forma o dañar la legitimidad del sistema electoral. Sería problemático tener un resultado el domingo 11 que luego sea desmentido por el escrutinio definitivo. Esto es factible”, agregó.
Por último, aseveró que “históricamente, los empleados del Correo recolectaban los telegramas de los colegios y los llevaban al local del Correo más próximo. Y desde ahí se hacía el envío a través de distintos métodos (por fax, telegráfica, en 2017 con internet). El cambio que se hace ahora es que el telegrama se va a enviar desde los colegios, la Cámara Electoral dijo que se debe habilitar la presencia de los fiscales de los partidos políticos en la instancia de envío de telegramas. Y esto es un cambio positivo el problema es que se hizo de una manera poco transparente y gran negligencia, tenemos pocos razones para confiar en la empresa. De hecho en Santa Fe, en sus elecciones, se hizo un sistema de este tipo con un desarrollo estatal con apoyo de las universidades publicas, y salió muy bien. Pero se hizo de manera paulatina, con pruebas pilotos, con participación de los partidos políticos, con desarrollo estatal”.
Fuente: www.infoplatense.com.ar