En otra noche de pogo, baile frenético y más de dos horas de música, Don Lunfardo y el Señor Otario presentó el formato físico de su flamante disco, “Siestas en la Cima” en el Teatro de Flores.
Don Lunfardo cerró otro año más, en esta oportunidad en un marco imponente en un lugar tan emblemático del circuito local como lo es el Teatro de Flores. Un año agitado, es cierto, en el que la banda se mostró activa llevando a los escenarios las canciones de su nueva grabación de estudio, “Siestas en la Cima” junto a gran parte del repertorio de siempre..
La cita fue una vez más después de la medianoche. Cada encuentro nos acostumbra a reunirnos con numerosos grupos que ocupan hasta atiborrar desde temprano los alrededores, y el barrio de Flores fue testigo de esto en una noche de viernes de principios de diciembre. Tatuajes alusivos, remeras de fechas anteriores y algunos cánticos fueron, una vez más, los protagonistas de la previa al show.
En la puerta, al ingresar al teatro, se repartió entre todo el público una gráfica junto a la letra del “Rallý del Raid en Raid”, última canción en entrar en el tracklist del lanzamiento del formato físico de la nueva placa de la banda platense. Este hermoso objeto fue la novedad de la noche, que llego para ponerle punto final a las especulaciones respecto de cuál sería el packaging y su morfología.
Solamente a modo de descripción general (para no arruinarle a nadie la experiencia de explorar el disco físico, que recomiendo absolutamente) contaré que no falla en satisfacer las expectativas: una suerte de cofre de enorme labor artesanal, que incluye en su interior las gráficas y letras de cada composición.
Alrededor de la una y media de la mañana el conjunto tocó los primeros acordes del show, que abrió con “Tan gil como el destino”, dando indicios de que los concurrentes disfrutaríamos una lista de temas absolutamente singular. Sigue “Parkavioleta” y “Las bestias” en una seguidilla sin pausa arrasadora que termina de atraer a todas las personas que aún se encontraban entrando al teatro o en las inmediaciones. “Rambo es gay” suena y se nota el clima de época.
Diciembre, una situación social y económica complicada y nuevamente el FMI entre nosotros. El público canta en un estado de éxtasis. Mientras transcurren los versos de la letra, yo pienso en el contexto actual de nuestro país y en la vigencia que tiene este tema, que cumple catorce años. A su término “Margynaditos” continúa el mismo ambiente y el clima se vuelve todavía más denso. Banderas, pogo, exaltación general. Vuelven a visitar su nueva grabación de estudio con “Bocha de cristal”, para luego ofrecer versiones sumamente especiales de “Misiles con mantequilla”, “Solíamos terminar en vuelos” y viajar todavía más atrás en su discografía con “Mi amigo el mostrador”.
La primera parte del show la cierran con la filosa “Ojos de Coto”, el trance en “Cosmonautas” y una transición al hype con “Fotógrafos del abismo” y “Yazco” que concluyó con las reminiscencias de Led Zeppelin en “Fuego en las montañas”. A continuación, un receso de unos veinte minutos.
De regreso, fue el turno de algunas de las baladas más entrañables para los fanáticos, “Yugarla” y “Bs. As. New York”. Luego el tema que le da nombre al último disco, “Siestas en la Cima” y la hipnótica “Lunemartemiercole”. Uno de los momentos más memorables del recital, fue la aparición de “El último mate amargo” entre el repertorio, en una versión muy fiel a la original. “Negros” volvió a llevar la temperatura al punto de ebullición, luego con los sentimientos a flor de piel y en total sincronía entre la banda desde el escenario hasta el último rincón del Teatro de Flores se ejecutaron “Neblinas” y “Respirar es lo de menos”. No exagero al remarcar que fue muy fuerte el volumen de los coros de la audiencia, como lo acusó en una pausa sobre el final Luciano “El Chino” Angelieri, entre agradecimientos e invitaciones a otros recitales de bandas amigas. Entonces se escuchó recitada la letra de “Yeiyeiyeiyity”, para dar lugar a sus riffs demoledores.
Ya sobre el final del show, Don Lunfardo tocó “Paolo Maquerni”, “Pogo” y “Acupuntura para la mente”. Antes de presentar a la banda entera, cerraron la noche con “El Rallý del Raid en Raid”.
La lista de temas no deja espacio a dudas: DLSO es una banda que ha logrado un extenso repertorio propio, lleno de canciones que despiertan diversos sentimientos entre la audiencia pero que generan pertenencia y mucho cariño. Ahora solamente quedará esperar al primer fin de semana de 2019, más específicamente al sábado 5, cuando a la medianoche se abran las puertas de Abbey Road de Mar del Plata (Av. Juan B. Justo 620) y comience un nuevo espectáculo de rock con sustancia, ritmo y piel.
Crónica: Favio Aza
Fotos: Flor Nieves